Volver a empezar
En este texto no pretendo dar ninguna lección sobre como debéis tratar a Leo Messi. Pienso que cada uno lleva el ‘duelo’ de su salida como quiere y ha sido todo tan rápido que todos vamos a necesitar un tiempo diferente para aceptar la situación que se nos presenta. Pero sí quiero destacar su figura, su impacto y los intangibles que tiene el Barça para resurgir y seguir siendo uno de los mejores clubes del mundo.
No se le escapa a nadie que Leo Messi marca un antes y un después en su paso por el Barça. No voy a relatar sus títulos ni sus premios/récords individuales porque ha pulverizado todo lo que habíamos visto antes. Para mí, lo más importante que nos ha dado es eliminar el complejo que siempre habíamos tenido respecto al otro gran club de España, el Real Madrid. El astro argentino nos acercó e incluso llegamos a superar en títulos al conjunto blanco, pero sobre todo nos enseñó que cuando el club estaba bien gestionado éramos capaces de ganarlo todo (tripletes y sextete mediante) y que cuando llegaron épocas de mala gestión desde los despachos, ganábamos menos pero lo seguíamos compitiendo por todo.
Eso es algo que nunca habíamos vivido y es en lo primero que deberíamos reflexionar. Como ha dicho en muchas ocasiones el maestro Ramon Besa, en la última década hemos restado más los títulos que perdíamos que sumado los que ganábamos. Porque teníamos a Messi. Ahora que ya no lo tenemos será reconfortante entender entre todos que hay que remar mucho más. Los jugadores no tienen la red de seguridad del 10, y por tanto deberán dar un paso hacia delante, mientras que la afición deberá repartir el tremendo cariño que tenía, y tiene, aLeo Messi con el resto de la plantilla, en lugar de empujar la frustración de no poder contar más con el astro argentino.
Y ahí también entra la gestión de la directiva actual. Como ya he dicho, ya no tiene a ese jugador que lo sostenía todo. Es fundamental que acierte en el reparto de responsabilidades tanto dentro como fuera del terreno de juego. Darle galones a Ter Stegen, De Jong, Depay o Griezmann para que cada uno dé un salto competitivo que ayude a ganar porque, como dijo Joan Laporta, en el Barça no existe temporadas de transición. Esos cuatro jugadores deberían ser los encargados de llevar el peso de la responsabilidad de conseguir victorias y, si se consiguen con regularidad, títulos.
A partir de ahí, entran los intangibles que solo un club como el Barça tiene. El club azulgrana dispone de una manera de jugar, una filosofía y una cantera excepcional que siempre ha sido la razón de los éxitos. El clímax de esa idea llegó con el actual presidente del Barça, por lo que deberíamos confiar en que, por lo menos, se va a respetar y potenciar. Actualmente tenemos jugadores en ese último salto para asentarse en el club y en la élite. Ansu Fati, Riqui Puig, Collado o Pedri son realidades (y confío mucho que en poco tiempo también lo sea Yusuf Demir) que un entrenador como Koeman tiene que integrar y que acaben de explotar mientras los cuatro jugadores mencionados anteriormente se llevan la presión. Un poco lo que pasó en la transición entre Ronaldinho y Messi. Es el gran trabajo pendiente de Ronald Koeman. Del acierto en esa gestión dependerá que lleguemos con opciones de pelear por títulos en mayo.
Pero fuera del Barça tenemos más intangibles para seguir la senda cruyffista del club. De hecho, el hijo de Johan, Jordi, ha aterrizado hace poco tiempo en el club y se espera que sea un baluarte de esa dirección. Y en Catar tenemos a un entrenador como Xavi Hernández preparándose para el banquillo del Camp Nou si Koeman, como parece, no sigue la temporada que viene. Xavi, además de predicar con la idea de Johan, conoce la casa mejor que nadie para potenciar a jóvenes valores como Nico González, Gavi, Balde, Iñaki Peña/Arnau Tenas, Eric García e incluso Ilias Akhomach, una de las perlas que más se intuyen de la cantera azulgrana. Y, además de contar con Xavi, no tengo ninguna duda de que una figura como Pep Guardiola echará una mano a la vuelta del club hacia donde más nos reconocemos, sea cual sea la posición que elija el de Santpedor.
Reemplazar al mejor jugador de la historia sólo se consigue con proyecto. No se hace poniendo nombres ni cromos. Pero, sobre todo, se consigue siendo humildes, teniendo paciencia y exigiendo trabajo en campo y despachos.
Mientras lo hacemos y volvemos a ser los más grandes del futbol europeo (porque lo volveremos a ser), sí quiero acabar con un comentario sobre Messi: a la persona que fuera de mi familia y amigos me ha hecho más feliz sólo le puedo desear lo mismo, que sea inmensamente feliz siempre. Me ha dolido más verle llorar que verle con otra camiseta. Pero el tiempo, espero, lo cura todo.
Por Joan Cloquell
