Wijnaldum y las dudas
Soy de los que veía con buenos ojos su fichaje. No me escondo. Un equipo, para ser competitivo, necesita en su plantilla futbolistas de ese perfil. Pero también lo pensaba de Pjanic y, sin embargo, el rendimiento del bosnio está dejando mucho que desear en esta su primera temporada como azulgrana.
Parece claro que fichar futbolistas que han ofrecido un gran rendimiento durante muchos años en un mismo equipo, y bajo un ecosistema concreto, supone un riesgo. El Barça tiene experiencia al respecto. Arda Turan, Coutinho o Griezmann, son claros ejemplos de jugadores que no han logrado adaptarse a un club con una forma de entender el fútbol muy determinada y, en cierto modo, alejada de convencionalismos. Un estilo que con sus matices y sus excursiones puntuales, apuesta claramente por el juego posicional y un irrenunciable discurso basado en tener el balón el mayor tiempo que sea posible.
A todo ello añádanle lo que supone jugar al lado de Messi y lo que llega a influir en todo aquel que le rodea. En definitiva, muchas aristas y matices que condicionan el rendimiento de cualquier fichaje, por muy buen futbolista que sea. El Barça debe preguntarse, obligatoriamente, si merece la pena el esfuerzo económico que supone este tipo de contrataciones, contando con una cantera tan prometedora, sobre todo en lo que al centro del campo se refiere. Estamos viendo el crecimiento a pasos agigantados de jugadores como Collado, Jandro Orellana, Nico González, Gavi, Ilaix o Riqui.
Fichajes como el de Wijnaldum, que vienen a ocupar y tapar posiciones en las que el Barça no hace más que forjar talento, suscita, cuanto menos, el debate. ¿Realmente mejoran estos fichajes a lo que tenemos en casa, teniendo en cuenta los condicionantes expuestos anteriormente? Por supuesto, siempre habrá excepciones. Todos recordamos a Davids y cómo le cambió la cara a aquella primera temporada de Rijkaard en el Barça.
Encrucijada, pues, para el nuevo director deportivo del Barça. Apostar por un futbolista con mucha experiencia en la élite a bajo coste, pero cuyo rendimiento ahora mismo es difícil de predecir o hacerlo por la cantera, con mucho menos bagaje, pero con una adaptación inmediata y casi segura al primer equipo, además de unas fichas más ajustadas a los tiempos de crisis que vivimos. Un tema este último, por otro lado, en absoluto baladí.
Por David Aparicio
